Nací en Buenos Aires, en el barrio de Almagro, si bien mi familia pertenecía a una clase media trabajadora, en donde los ingresos nunca sobraban, me eduque en una escuela estatal, y jamás me falto nada, al tener mucho amor en mi casa, me sentía muy dichosa. Era una niña feliz.

Estuve muy familiarizada de chica con la pintura, el arte y la belleza que podía ver donde otros solo podían ver cosas comunes, y detectar el poema de lo diario.

Todavía me acuerdo de mis recorridos con papá en los atelieres de los maestros, donde, él, que era, un gran Pintor copista, visitaba a sus amigos de la boca, y lo más esperado, terminábamos el recorrido comiendo una fugazzeta en Banchero de la Boca.

Mirar el puente viejo me provocaba un estado de deleite, verlo cuando se podía abrir para que pasen los grandes barcos, un lugar con gran cantidad de personas que trabajaban a todo dar, me maravillaba, con mis ojos de niña, podía ver esa dinámica de puerto como una pintura del gran Quinquela , que mostraba el esfuerzo de los obreros del puerto con simple líneas curvadas que mostraba el torso y el esfuerzo de esta gente, sencilla y trabajadora. Se veía tan claro lo que el sentía en el momento de pintar, transmitía emociones, sueños, dolor, trabajo, tragedia, alegrías y fiestas.

Eso era y es la pintura para mi desde chica transmitir a quien ve el cuadro, que es lo que siento en ese instante, con lo que veo, mi entorno, aquel que me marca y me define además de acelerar los latidos de mi corazón, que trae todo esto a mi mente

Nunca pude estudiar en las escuelas de Arte, pues para mis padres no era un ambiente conveniente, pero mi amor por el arte y la pintura lo trate de catalizar estudiando ya de grande la carrera de Decoradora de interiores, de allí hice algunas pasantías en el Teatro Colon, en el taller de escenografía , 4 subsuelo y descubrí que hacer partimentos era lo mío, de allí busque maestros para aprender a expresar lo que me hacía sentir un paisaje o un modelo, y a mis cuarenta y tantos con pocos cuadros realizados participe en mi primera exposición, después le siguió concursos donde gane varios primeros premios, no sabía publicitarme , solo quería expresarme, dar lo más puro de mí en esos cuadros , eran momentos mágicos cuando después de atender mi casa, mi familia y trabajar en una gran cadena de Home Center como compradora, llegaba a la nochecita al atelier y me quedaba a veces hasta la medianoche pintando y terminando un cuadro, o cuando los fines de semana participaba en los concursos de manchas que organizaba el museo Sivori, del cual recibí una mención importante.

Hoy vivo un momento ideal para dedicarme a mi gran amor LA PINTURA.
Y en un entorno muy diferente de donde provengo, este lugar es pleno de naturaleza, flores, pájaros, verde, en fin es mi nuevo modo de ver la pintura reflejando esto.

Por esa razón empecé a observar la belleza que me rodeaba y no podía pasar esta etapa de mi vida sin reflejarlo en mis obras, empecé por las flores, que más quería yo, que tener todo el año a mi disposición flores, aunque sea un duro invierno, en los cuadros quedan plasmados los momentos más pletóricos y perfectos de la primavera, quedaban allí, nunca se marchitarían, están a mi lado.

Por ello la vuelta a la pintura después de tanto tiempo corresponde a el tema de las flores. Un cambio de geografía un cambio de pintura en mi mente. Muchos artistas ven este tipo de pintura como solo decorativa, sin embargo, tiene mucho que trasmitir, silencio, paz, aromas reflexiones de vida. Las flores concentran todo en ella además de la belleza, se esconde una promesa de un fruto, una planta dentro de ella, que a pesar de lo efímero de su tiempo deja entrever que nunca morirá de verdad pues su esencia se verá en su fruto y la próxima planta y así el ciclo de la vida.

Puedo contar miles de anécdotas todas ellas coloridas, como mis cuadros pero lo más hermoso, que ahora quiero ofrecerles , es, este momento de mi vida donde , puedo dedicarme a pintar, solo quiero compartirles mis pedacitos de emociones, de momentos, plasmados en mis telas , es un placer presentarme ante ustedes, mis queridos amigos, aunque no los veo , pienso que aquel que mira mis cuadros y logra sentir la fuerza, el color y la sensación de vida que siento al momento de pintar decodificó mi mensaje, entonces somos amigos.

Nos vemos